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- El número natural equivale al número romano .
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Si has llegado hasta aquí es porque estás buscando un método para calcular números romanos, y nosotros, no contentos con darte uno, te vamos a enseñar dos.
Si necesitas hacerlo de forma automática usa nuestro conversor de números romanos online, que hará el proceso en cuestión de segundos y de forma totalmente automatizada, para aprender a usarla lee las especificaciones que te dejamos más abajo.
En cambio, si quieres aprender a realizar operaciones con el sistema numérico romano a mano, también hemos pensado en ti y te vamos a contar cómo hacerlo de manera sencilla, paso a paso y de forma totalmente gratuita.
Si quieres descifrar los secretos numéricos de la civilización que dominó el mundo y sentó las bases del mundo moderno sigue leyendo, ¡no te arrepentirás!
Los números romanos son un sistema aditivo-sustractivo de numeración y, por tanto, no posicional, tienen sus orígenes en el antiguo imperio romano (cronología), en el cual las cifras se expresaban a través de los caracteres alfabéticos.
Se trata de un sistema realmente complejo, lo que le hizo caer en desuso con el paso de los años a favor de los llamados números arábigos, que usamos actualmente.
En este artículo sobre números romanos queremos desgranarte este complicado sistema numérico para que puedas realizar todo tipo de operaciones, ya sea con nuestro conversor de números romanos o ya sea a mano y por tu cuenta.
También te explicaremos todas las reglas para poder componerlos y cómo puedes pasar de un número romano a otro natural, y el proceso contrario. Hay mucho trabajo por delante, ¿empezamos?
Cómo hemos dicho más arriba, este sistema de numeración es aditivo-sustractivo, pero en ningún caso se trata de un sistema posicional, ¿esto qué quiere decir? Pues que tiene dos características muy distintivas:
No es posicional ya que, al contrario que en nuestro sistema de numeración, los distintos números (que se expresan en letras) asumen siempre el mismo valor sin importar la posición en la que están ubicados.
Y es aditivo porque la cifra resultante, es, en realidad, la resta o la suma de los distintos números que podemos encontrar en su composición.
Las letras usadas y el correspondiente valor en el sistema decimal son las siguientes:
Número romano | Número natural |
I | 1 |
V | 5 |
X | 10 |
L | 50 |
C | 100 |
D | 500 |
M | 1.000 |
Con estas siete letras los romanos eran capaces de formar todo su sistema numérico, y, para obtener cifras mayores, las combinaban y usaban otros símbolos.
Curioso, ¿verdad? Sigue leyendo y descubre cómo se las ingeniaron para hacerlo.
Hasta ahora has aprendido qué son los números romanos y cómo interpretar sus unidades básicas, que son fundamentalmente letras del alfabeto romano, ahora te vamos a explicar cuáles son las reglas que debes aplicar si quieres convertir números romanos:
Si un número queda atrapado entre dos cifras de valor superior, se deberá restar a la cifra que se encuentre más a la derecha.
La teoría está muy bien y es imprescindible, pero vamos con un poco de práctica para que puedas verlo todo de manera más clara.
Por ejemplo, el número 15 escrito con el sistema de numeración romano se convertiría en XV y no en VVV, tal y como nos recuerda una de las reglas previamente citada según la cual la letra V solo puede parecer una vez. Tampoco sería correcto escribir VXX, que deberían ser 5-20, porque te lo impide la regla número 4.
Otro ejemplo de representación con el número 400, que su forma correcta de representación sería CD. De hecho, sería erróneo escribir CCCC, ya que el símbolo C (100) puede aparecer un máximo de tres veces en una sola cifra. Al encontrarte a la derecha de D (500), el símbolo de menor valor C (100), deberás restarle su cuantía, dando como resultado 400 (CD).
Como último ejemplo, el valor 99 viene representado por XCIX y no como IC porque I=1 es menor a la décima parte de C = 100 e infringiría la regla número 5.
Sigue las reglas que tienes arriba y empieza a formar números romanos poco a poco e intentando no saltarte ninguna de ellas, si quieres comprobar los resultados aquí te dejamos una tabla de números romanos del 1 al 100:
1 | I | 26 | XXVI | 51 | LI | 76 | LXXVI |
2 | II | 27 | XXVII | 52 | LII | 77 | LXXVII |
3 | III | 28 | XXVIII | 53 | LIII | 78 | LXXVIII |
4 | IV | 29 | XXIX | 54 | LIV | 79 | LXXIX |
5 | V | 30 | XXX | 55 | LV | 80 | LXXX |
6 | VI | 31 | XXXI | 56 | LVI | 81 | LXXXI |
7 | VII | 32 | XXXII | 57 | LVII | 82 | LXXXII |
8 | VIII | 33 | XXXIII | 58 | LVIII | 83 | LXXXIII |
9 | IX | 34 | XXXIV | 59 | LIX | 84 | LXXXIV |
10 | X | 35 | XXXV | 60 | LX | 85 | LXXXV |
11 | XI | 36 | XXXVI | 61 | LXI | 86 | LXXXVI |
12 | XII | 37 | XXXVII | 62 | LXII | 87 | LXXXVII |
13 | XIII | 38 | XXXVIII | 63 | LXIII | 88 | LXXXVIII |
14 | XIV | 39 | XXXIX | 64 | LXIV | 89 | LXXXIX |
15 | XV | 40 | XL | 65 | LXV | 90 | XC |
16 | XVI | 41 | XLI | 66 | LXVI | 91 | XCI |
17 | XVII | 42 | XLII | 67 | LXVII | 92 | XCII |
18 | XVIII | 43 | XLIII | 68 | LXVIII | 93 | XCIII |
19 | XIX | 44 | XLIV | 69 | LXIX | 94 | XCIV |
20 | XX | 45 | XLV | 70 | LXX | 95 | XCV |
21 | XXI | 46 | XLVI | 71 | LXXI | 96 | XCVI |
22 | XXII | 47 | XLVII | 72 | LXXII | 97 | XCVII |
23 | XXIII | 48 | XLVIII | 73 | LXXIII | 98 | XCVIII |
24 | XXIV | 49 | XLIX | 74 | LXXIV | 99 | XCIX |
25 | XXV | 50 | L | 75 | LXXV | 100 | C |
Hasta ahora has aprendido a calcular números romanos con cifras pequeñas, las más utilizadas en el día a día del mundo antiguo. Ahora te vamos a explicar cómo multiplicar esas cifras para obtener resultados con más ceros. ¡Vamos allá!
Si subrayas o pintas una raya encima de un número romano significa que su valor se verá multiplicado por mil.
Los antiguos romanos, de hecho, no tenían una palabra específica para decir millones, ni millardos, ni tampoco billones, porque su máxima expresión numérica eran las centenas de millar, para hablar de millones usaban la expresión en latín “mille mila”.
Aunque no tuvieran un vocablo para ello, si que puedes formar esta cifra, bastará con añadir dos rallas horizontales sobre la letra.
Los números romanos son considerados una escritura elegante, pero suelen poco útiles para realizar cálculos.
Las operaciones como tal venían hechas por un instrumento externo a la numeración romana como era el ábaco.
De cualquier modo, es probable que el principio sustractivo facilitara la invención del algebra y de la cronometría, que no es otra cosa que la disciplina científica que nos permite decir “son las 5 menos cuarto” y entenderlo sin problemas, cuando nuestro sistema numérico no nos da armas para comprenderlo.
Ahora que ya sabes cómo proceder con los dígitos del antiguo imperio romano, usa nuestro transformador para contrastar los resultados y saber si controlas la técnica o todavía te falta practicar un poco.
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